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Al norte del sur., Spain
En el norte del sur del centro del mundo, no hace frío, ni calor. Se podría decir que se está bien, aunque el clima no es confortable. Dejémoslo, no obstante, como está; por si las moscas.

miércoles, 28 de febrero de 2007

Romeo eta Julieta (muerte y resurrección en Euskadi)


En Pamplona, mismamente, han muerto hoy los dos, uno detrás del otro. Pero no paséis apuro, maravilla del teatro; mañana a primera hora están otra vez vivitos y coleando. No hay opción, por la tarde tienen que volver a suicidarse en público; esta vez en el Arriaga, a la orillita misma de la ría, Bilbao, margen izquierda.

Tampoco esta vez será definitivo. Todavía tienen que morir en Donostia el viernes; y en Vitoria el sábado. Luego, ya se verá. Por si acaso, quedan todos invitados.

Y por no abundar en Shakespeare, hoy les dejo con Prokofiev; que es con quien aquí, nosotros, trataremos de mantenerlos bien arropaditos.

lunes, 26 de febrero de 2007

SPLEEN SHAKESPEARIANO (o algo huele a podrido en ciberDinamarca)

El amigo Glup me ha hecho recordar este viejo post.


Esto lo escribió Acéfalo hace ya algún tiempo; reflexión inmadura y parcial a consecuencia de sus primeras "navegaciones" por estos océanos de silicona. A estas alturas, se le han ensanchado sensiblemente los horizontes. Siguen, sin embargo, manteniéndose vigentes todas las preguntas al respecto. Y las repuestas, me las sigo inventando. Sólo que, ahora, es Misántropo quien lo dice.

Renovarse, y morir.




ESCHER



M O N Ó L O G O


To be or not to be , to be and not to be.
O dicho en mi idioma, que es más exacto: Ser, o no ser,
estar y no estar.
Quemarse el rostro, inflando las posaderas. Nadar los mares, amontonando ropa. Trotar los mundos, sin salir de casa. Alzarse en armas, esquivando los tiros y los flechazos de la insultante Fortuna.
To dead, to sleep, maybe to dream.
Soñar despiertos, durmiendo vivos; eludiendo ese sueño mortal que es la muerte misma.
¿Es ésta la consideración que da tan larga vida a la calamidad?...A qué, pues, atribularse con los latigazos (¿gatillazos?) y los insultos del tiempo, la patada del prepotente, la risa desencajada del fanático... la ceguera megalómana del dirigente, el desprecio del necio por el mérito paciente. Los nenúfares estancados y mohosos de un amor por cultivar... pudiendo abrir la ventana de la nueva caja tonta, y navegar en seco.
Así, la inercia de la costumbre, nos va convirtiendo en bobos, en fantasmas. Y los bosques pierden su color, eclipsados por el brillo hipnotizante de la inocua silicona.
Las empresas de gran profundidad y empuje, se posponen, se relegan...se acaban por olvidar. Y la vida se solapa y pierde el nombre de acción.Pero... ¡Cállate ahora! ¿la hermosa Ofelia? Ninfa, que en tus oraciones sean recordados todos mis pecados...

Se imaginan a Hamlet bailando, en mallas, con un libro abierto en la mano izquierda...?



¿Que no?

sábado, 24 de febrero de 2007

CARTA BLANCA

Como he leído hoy por aquí (aquí es el mundo), Febrero se derrite gota a gota en el calendario, dejando un caldillo viscoso con posos otoñales de invierno incierto, incomprendido y desahuciado. Ésto es así, parece ser, en el mundo entero.

De corrido han pasado sin apenas darnos cuenta, todas las celebraciones del invierno. Recuerdos que uno asocia al motor impertinente del tembleque continuo; fotos movidas por falta de base, por falta de templanza. De largo han pasado este año las amables sonrisas de las vendedoras ambulantes de castañas, que te calentaban las manos y el alma. De lejos, las bulliciosas risotadas de los niños, temblando a lomos de un trineo; los abrazos de camaradería de las máscaras de carnaval, aullando de frío. De lejos las rosas escarchadas, con lacito de regalo. De lejos, pasa este invierno.

Bueno ¡y qué! Ya vendrán más adelante las rebajas; de momento, fuera bufandas y guantes. Vamos a vivir con alegría y dignidad (por ese orden)esta primavera anticipada, libres de toda preocupación meteorológica; no vaya a ser que, aún no queriendo, acabemos quemándonos sin remedio.

Pasemos página, pues, al almanaque. Sin miedo.

Música, maestro.

jueves, 22 de febrero de 2007

Bienvenido, amigo.

Me extrañaba no verte por aquí.

Te dejo con Brahms.






AUTO-AUTOPSIA


¿Cómo alumbrar tu rostro, si lo tienes, con el fuego oscuro de las palabras? Me propuse decirte, hoy bien lo veo, decir la oscuridad, porque yo soy también oscuridad. No oscuridad nocturna que se alivia, que se persigna ante los ramos triunfales de la aurora y se aduerme después en la luz yacente y olvidada. Yo soy oscuridad que no reposa en resplandor ninguno. Yo soy oscuridad tan solamente. Y a veces, en lo ciego, hundo mi mano y, al escarbar, destellan de súbito unas frases voladoras, de colores como luciérnagas que en breve luz derraman aún más niebla sobre la niebla impenetrable. Escuchad cómo palpita, cómo puja el corazón humano de la noche. Dentro del hombre ocurre el hombre a tientas, el hombre sin victoria, ya bien lo sé, el hombre que respira con sofoco sus honduras afables.


"El artista y su cadáver". FERNANDO ARAMBURU.

martes, 20 de febrero de 2007

Música para monos.

A menudo ocurre que alguien me hace pensar en esta música. Me la recuerda, o motiva que yo la recuerde.

Hoy has sido tú. Sin segundas ¿eh?, que por muy mona que te pongas, sigues siendo una mariposa.

Lo del título viene rodado (nunca mejor dicho). Ya que a su vez, esta música me lleva a otra, muy similar. A los monos les gustaba mucho. Al menos, a Robert Redford le venía de perillas para atraerlos, y ganar su confianza. Y de paso, atraer a una auténtica monada, a la que tuvo ocasión de despiojar a fondo, bajo el sol de la sabana; en una de las más gloriosas y bellas escenas del cine reciente.

Claro está: Memorias de África. Y ella, Meryl Streep ¡Anda que no! mira, mira:









Dejémos algo de espacio................











Bueno, ya vale.
Como decía, esta música es muy, muy similar. La de los monos era el segundo movimiento del concierto para clarinete de Mozart. Ésta es también de Mozart, y también anda un clarinete por ahí, dando la vara. Las dos son del mismo año, el último. Y me da a mí que ésta, les habría encatado, incluso más, a los monos. Los monos son muy melómanos y, para mí, que este primer movimiento tiene algo de selvático. Es un poco el mismo ambiente, pero tiene otra textura. La selva, por supuesto, la llevaba Mozart en su cabeza; pero era, sin duda, una selva muy humana.

Espero que os guste. Sobre todo si la escucháis viendo la foto.

sábado, 17 de febrero de 2007

Ni sí ni no, sino todo lo contrario

¿El viaje?...


...ya sabes, como todos. Sol radiante y calor a la salida. Luminosidad lunar con ventorro flagelador para comer, en la estepa turolense. Tímidas gotitas con densos nubarrones a la salida de Pamplona, y aguacero en el Cantábrico. Lo normal. Se ma ha volao el día entre músicas de las mías y rumiar muy despacito esa preciosa redacción que tuve el honor de aplaudirte yo primero. Ya te dije que triunfarías. Nada más original que presentar para San Valentín una reflexión, no tan pueril, sobre el desamor, maldita renacuaja.

Esta vez ha sido rápido, pero sustancioso; aún me suben llamaradas del pato a la pekinesa de anoche. Y esta noche, Carnaval. Ahí te doy la razón, mira; mejor que me haya vuelto, así, ni te veo. Ya me enseñarás las fotos.

Pues eso, ya estoy aquí. No deja de ser un lujo esta semana de primavera a mediados de Febrero. Ya sabes, ni te dije hola ni te he dicho adiós, como siempre. En eso estamos de acuerdo, también.

Te dejo una de esas cosas raras que me da por escuchar en los viajes, corazón de iPod, para cuando te de por empezar a civilizarte un poco. El estilo te parecerá algo ñoñito. Pero también te podría haber puesto "De niña a mujer", del Julio Iglesias; así que no te quejes.

Hale. Un besito.




Y también. Por otra parte, sin embargo. Al mismo tiempo...

...me imagino que me habrás llamado, pero ya te dije que no iba a estar en casa. Me he pasado todo el día atareada y la mar de sofocada buscando retalitos. Esta noche es CARNAVAL. Y deberes no tenía, te lo juro. Hoy estoy como una moto. Bueno, la verdad es que siempre estoy como una moto, pero hoy más. En eso tienes razón, cuando dices que la primavera y yo, primavera al cuadrado. Y encima, ya lo has visto, aquí estamos ya en primavera, así que primavera al cubo. ¿Se dice cubo, o cupo? jijí...

Pero no te preocupes, que ya sabes que Yo soy mucha Yo. Y ya sé que lo sabes. Tú me entiendes ¿a que sí? Y sabes que confías en mí porque sabes que soy yo la que confío en mí misma y todo eso, claro. Y, para que veas, me he estado oyendo la canción del Cherubino ese que querías que conociera. Y no está tan mal sabes? Lo entiendo, no te creas. Cuando dices que ojalá lo lleve siempre pegado a la espalda, como un ángel de la guarda, aunque algo julandrón. Te lo dejo aquí, para que veas que no te lo he borrado.

Enga. Un besito.





En fin. Resumiendo. Chicas, chicos...artefactos. De nuevo al tajo.

miércoles, 14 de febrero de 2007

Ayer, Martes 13.

Y hoy, Miércoles 14...¡Vaya racha!
O, por decirlo de otra manera, buena ocasión para hallarse a la luna de valencia, o Valencia, tanto monta.

En ocasiones así, siempre elijo a este señor. Nunca deja de ofrecer un roto para cualquier descosido. Y, jamás, pierde la perspectiva. Y, mucho menos, la clase:


A N I V E R S A R I O


-Mirá cómo llueve.
-Qué diluvio.
-Justo hoy, que hace treinta años que nos casamos. ¿Te acordabas?
-Por supuesto que me acordaba.
-Como no dijiste nada.
-¿Para qué? Es un día como cualquier otro.
-Ni tanto ni tan poco. Un poco de sentimiento no le viene mal al almanaque.
-Bah.
-¿Estás desilusionada?
-No sé si es desilusión. Mirá que no te echo ninguna culpa. Simplemente, me siento a apreciable distancia de la que fui, de la que era, casi te diría de la que soy.
-Mi vieja, los años pasan. Sería un poco absurdo creer que el paso del tiempo no nos afecta. Yo mismo, algunas noches, me aletargo en un interminable insomnio, y me pongo a repasar las luces y las sombras de un itinerario que yo no programé pero que alguien, vaya a saber si Dios o un azar insolente, programó para mí. Durante una hora o dos respiro ese desconsuelo, hasta que al fin me duermo como último recurso.
-Cuando veo que estás despierto a medianoche, también me desvelo, y así seguimos, uno junto al otro, sin tocarnos ni preguntarnos ni necesitarnos.
-Es lamentable, pero qué vamos a hacer.
-Decime, Anibal, ¿vos siempre me fuiste fiel?
-No.
-Lo sabía. La infidelidad pone un velo en los ojos, otro olor en el cuerpo, un pozo de silencio.
--Y vos ¿me fuiste siempre fiel?
-Tampoco.
-¿Y qué te dejó esa explicable mezquindad?
-Poca cosa. El tipo no entendió nada. Se creía un seductor universal. No demoré mucho en hartarme de su arrogancia.
-¿No tuviste algún prurito de conciencia?
-No exactamente. Más bien cierta pereza en afrontar futuras dificultades. Lógico. Y en tu caso ¿cómo era ella?
-Hermosa como modelo de pasarela, pero estúpida como secretaria de gerencia.
-¿Duró mucho?
-Apenas seis meses. A los cuatro ya estaba harto, pero me costó decidirme. Dos meses después cobré valor y encontré que la forma más expedita y con menos diálogos inútiles, era darle una bofetada. Y se la dí. Santo remedio. Me miró con sorpresa y con rabia y me dijo: "Mientras no me pidas perdón, no volveré a verte. ¿Entendido?". Entendido. O sea que nunca le pedí perdón.
-Ahora yo también te pregunto si no te sobrevino un prurito de conciencia.
-Puede ser, pero fue transitorio como una gripe. A la semana me quedé sin prurito.
-Más de una vez me he preguntado, después de tantos malentendidos y pasajeras traiciones, ¿a qué se debe que sigamos juntos? No hay hijos ni otros graves condicionantes. ¿A qué se debe entonces?
-Yo diría que es un penoso juicio sobre las relaciones humanas. Están viciadas desde siempre. Desde Adán y Evita. A veces creemos que el amor las va a salvar. Pero el amor es una errata.
-!Carajo!
-Eso mismo: carajo. En nuestro caso, yo diría que seguimos juntos porque la soledad es una porquería.
-Tenés razón.
-Mi vieja, yo diría que el resultado de este sesudo análisis de nuestros treinta años de convivencia es que debemos continuar juntos.
-Continuemos, pues.
-¿Que te parece si nos vamos a la cama? El diluvio me ha puesto cachondo. Más te digo: este objetivo intercambio me ha despertado el deseo.
-Qué deseo?
-El sexual, tonta.
-A mí también. Que raro, ¿no?

MARIO BENEDETTI.

domingo, 11 de febrero de 2007

El misántropo no viaja

Viajó, mucho. Pero ya no viaja.

Yo tampoco diría que viaje; pero kilómetros, y kilómetros y kilómetros ya me hago.

En realidad, he llenado mi nueva página de barbaridades, porque, justo ahora, he de abandonarla un rato.

La vida me regala otro pequeño paréntesis. Y vuelvo a mis raíces, y a mi brote; que ya es más bien una rama; hecha, y absolutamente desderecha.

Espero que disfrutéis de lo que hay. No tardo nada en volver a atormentaros.

Una semanita, apenas. Venga.

sábado, 10 de febrero de 2007

Otra vez sin palabras

Me está gustanto esto a mí de no meter pezuña.

Además, esta vez no hay ni imagen.


Aparte de las que pueda sugerir esta cancioncilla.
¡Muy bien Julieta venegas! ¿no?

En fin, nada.

Apatrullando el Mundo

George Orwell escribió, práctimamente tan solapado como su protagonista, más o menos hará un siglo antes de que nos demos cuenta, lo siguiente:

No se trata de si la guerra es real, o no. La victoria es imposible. No se trata de ganar la guerra, sino de que ésta sea constante. Una sociedad jerarquizada sólo es posible si se basa en la pobreza y la ignorancia. Esta nueva versión es el pasado, y no ha podido existir un pasado diferente.
En principio, el fin de la guerra es mantener a la sociedad al borde de la hambruna. La guerra la hace el grupo dirigente contra sus propios sujetos; y su objetivo no es la vistoria, ya sea sobre Eurasia o sobre Asia Oriental; sino mantener la propia estructura social, intacta.



La guerra del chocolate
-Estoy muy preocupado por las últimas noticias sobre el frente malabar. Parece que el enemigo está ganando terreno. Amenazan, además, con reducirnos la ración de chocolate a media onza.

-¿Funciona el miedo?
-Pues claro que funciona. De hecho puedes conseguir que la gente piense, incluso haga, lo que quieres, si la tienes aterrorizada.
-¿Y cómo se consigue eso?
-Muy sencillo, fabricando un clima de terror.





Me hubiera gustado conseguir un fotograma estupendo, para contradecir la estúpida conversación de arriba. Aquel en el que Winston Smith (John Hurt) se acurruca en el único punto muerto que le ofrece su miserable habitáculo, y a escondidas del mundo, esgrime su libretilla y su lápiz, y escribe. Pero no lo he encontrado. Sólo por eso ya podrían haberlo condenado; pero Winston Smith fue mucho más lejos todavía. O quizá, viene a ser lo mismo. Tampoco de eso he podido conseguir ninguna imagen. Imaginadlo, en cualquier caso. Sé que podéis.




Aquí os dejo a este piojo. Procurad escucharlo con un talante tirando a láico. Me consta que ésta era su intención, creo.

Sin palabras





viernes, 9 de febrero de 2007

¿Para qué sirven los hombres?





-Él no existe. ¿Lo entiendes? No existe.
-Sí, lo entiendo.
-Yo existo. Tú existes. Él no existe.
Después de establecer la inexistencia de Bruno, la mujer de cuarenta años acarició dulcemente la mano de su compañera, mucho más joven. Parecía feminista, y además llevaba un suéter de feminista. La otra parecía una cantante de variedades; en un momento dado habló de galas (o quizás de galeras, no lo entendí muy bien). Con su pequeño ceceo, se estaba acostumbrando lentamente a la desaparición de Bruno. Por desgracia, al terminar la comida, quiso dar por sentada la existencia de Serge. El suéter se crispó con violencia.
-¿Puedo seguir hablándote de él?- preguntó la otra tímidamente.
-Sí, pero no te enrolles.

Cuando se marcharon, saqué una voluminosa carpeta de recortes de prensa. Por enésima vez en quince días, intenté sentirme aterrorizado por las perspectivas que abre la clonación humana. Hay que decir que la cosa empieza con mal pie, con esa foto de la valiente oveja escocesa (que además, como pudimos comprobar en el telediario, bala con pasmosa normalidad). Si el objetivo era asustarnos, habría sido más sencillo clonar arañas. Intento imaginar una veintena de individuos diseminados por la superficie del planeta con el mismo código genético que yo. Es algo que me perturba, sí (por otra parte, le perturba hasta Bill Clinton, que ya es decir); pero no, no me aterroriza exactamente. ¿Acaso he llegado al extremo de de burlarme de mi código genético? No, tampoco. Definitivamente, la palabra es perturbación. Después de leer unos cuantos artículos más, me doy cuenta de que ése no es el problema. Al contrario de lo que se repite de la manera más tonta, es falso que "ambos sexos podrían reproducirse por separado". De momento la mujer sigue siendo, como subraya acertadamente Le Figaro, "insoslayable". Por el contrario, es cierto que el hombre ya casi no sirve para nada (lo humillante de esta historia, por otra parte, es la sustitución del espermatozoide por una "leve descarga eléctrica"; eso nos deja por los suelos). En el fondo, ¿para qué sirven los hombres? Uno puede imaginar que en otras épocas, cuando había muchos osos, la virilidad desempeñara un papel específico e irremplazable; ahora, cabe la duda.
La última vez que oí hablar de Valèrie Solanas (heroía de muchos grupos feministas por disparar en 1968 contra Andy Warhol, que encabezaba su lista de hombres con los que había que acabar), fue en un libro de Michael Bulteau, Flowers; se habían visto en Nueva York en 1976. El libro estaba escrito trece años más tarde; es evidente que el encuentro dejó huella en Bulteau. Describe a una mujer "con la piel verdosa, el pelo sucio, vaqueros y una cazadora mugrienta". Ella no se arrepentía lo más mínimo de haber disparado contra Warhol, el padre de la clonación artística. "Si veo otra vez a ese cabrón lo vuelvo a hacer, joder." Todavía se arrepentía menos de haber fundado el mivimiento SCUM (Society for Cutting Up Men) y se disponía a escribir la segunda parte de su manifiesto. Luego, silencio. ¿Habría muerto? Más raro aún, el famoso manifiesto desapareció de las librerías; para hacerse una idea fragmentaria hay que ver el Canal Arte bien entrada la noche y soportar la dicción de Delphine Seyring (actriz teatral y cinematográfica francesa de la nouvelle vague, de dicción muy característica). A pesar de todos esos inconvenientes, merece la pena: los extractos que he podido escuchar son realmente impresionantes. Y ahora, gracias a Dolly, la Oveja del Futuro, por primera vez se dan las condiciones técnicas necesarias para que se reralice el sueño de Valérie Solanas: un mundo exclusivamente compuesto por mujeres. (Por añadidura, la petulante Valèrie desarrolla ideas sobre los temas más variados; yo anoté, entre otros, el de "Exigimos la abolición inmediata del sistema monetario". Definitivamente, ya es hora de alguien reedite ese texto.)
(Mientras tanto, Andy el astuto duerme en nitrógeno líquido, en espera de una muy hipotética resurrección.)
Aquellas que estén interesadas deben saber que pronto podría realizarse el experimento, quizás a pequeña escala; espero que los hombres sepan desaparecer sin perder la calma. De todos modos ahí va un último consejo para partir de una buena base: que no intenten clonar a Valèrie Solanas.



Texto de Michael Houellebecq, publicado en Les Inrockuptibles, en Marzo de 1997. Se recoje, junto a otros del mismo autor (Las partículas elementales), en "El mundo como supermercado". Anagrama.


Para Elisa...sin embargo.

miércoles, 7 de febrero de 2007

Las farmacias

Las farmacias de guardia han cerrado en buena hora. No por eso dejaremos de cantar.

Cantemos pues, cantemos. Aunque tan sólo sea por eso, por cantar.





Otra vez Brel. Lo siento.

O quizá sea capaz de creerme que seré menos mitómano en otra vida.

Quí lo sá.

No me gustan los borregos

No soy yo quien lo canta, sino Brel. Y lo desarrolla. Y lo baaaaaaaaala.

Yo tan sólo me pregunto si no se dejaría la garganta y el alma (la vida) por algo, el señor este.

Ahí queda, en cualquier caso, este maravilloso diurético.




¡BEEEEEEEEEEEEEÉÉÉÉÉÉÉÉÉ!

En fin. Que tontería.

lunes, 5 de febrero de 2007

PASEN Y VEAN







"TESEO.-No haya epílogo, os lo ruego, pues la obra no requiere excusa. No os excuséis, que, si mueren los actores,
no hay por qué acusarlos. Vaya, si el que la escribió hubiera hecho de Píramo y se hubiera ahorcado con
la liga de Tisbe, habría sido una hermosa tragedia. Y a decir verdad, lo es, y muy bien representada. En
fin, venga vuestra bergamasca y dejad en paz el epilogo.
[Bailan y salen los cómicos. ]
Medianoche ha sonado con lengua de hierro.
Acostaos, amantes: es la hora de las hadas.
Por la mañana, lo sospecho, dormiremos
todo lo que hemos velado en esta noche.
Esta tosca función ha burlado
el paso lento de la noche. Acostémonos, amigos.
Celebraremos las bodas quince días
con fiestas nocturnas y nueva alegría."
"El sueño de una noche de verano". William Shakespeare









Mi caverna es singular y a la vez plural. Entra sin miedo. Como ves, la puerta es el mismo aire, al igual que las paredes. Las luces que vienen del techo son auténticas estrellas. Puedes perderte, pero salir es muy fácil.

Mi caverna es inmensa pero cabe en esta ventana. Es de hecho una ventana, construida en aire y fuego, en agua y en tierra. Y millones y millones de toneladas del material más elástico.

Sus límites se remontan más allá del Universo conocido, tejidos con finísimo hilo, caído de las alas de un arcángel vagabundo. Y no dejan de expandirse, a la espera de ser rasgados por la partícula más elemental, el más insignificante músculo, la más hermética nuez; el corazón humano más audaz, descendiente directo de aquel mono sin nombre que saltó por primera vez del árbol. Que echó a andar..............y nos jodió la espalda.