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En el norte del sur del centro del mundo, no hace frío, ni calor. Se podría decir que se está bien, aunque el clima no es confortable. Dejémoslo, no obstante, como está; por si las moscas.

jueves, 5 de julio de 2007

Érase una vez

Mi nombre es Martín Romaña y esta es la historia de mi crisis positiva. Y la historia también de mi cuaderno azul. Y la histora además de cómo un día necesité un cuaderno rojo para continuar la historia del cuaderno azul. Todo, en un sillón Voltaire.
En efecto, el día siete de junio de 1978, entré en crisis, como suele decirse por ahí, aunque positiva, en mi caso, pues logré por fin salir de la melancolía blue blue blue, como solía llamarla Octavia, que fue primero Octavia de Cádiz a secas, porque durante largo tiempo la conocí sólo en estado o calidad de aparición, sí, lo cual me impedía, como es lógico, bañarla en ternura con miles de apodos que prácticamente no vendrán al caso en el cuaderno azul, pero que en cambio justificarán plenamente la adquisición del cuaderno rojo. Plenamente, Octavia.
Cabe advertir, también, que el parecido con la realidad de la que han sido tomados los hechos no será a menudo una simple coincidencia, y que lo que intento es llevar a cabo, con modestia aparte, mucha ilusión y justicia distributiva, un esforzado ejercicio de interpretación, entendimiento y cariño multidireccional, del tipo a ver qué ha pasado aquí.
En realidad, de quien hablaré mucho, a pesar de que las apariciones milagrosas de Octavia de Cádiz puedan por momentos inquietar (a mí, desde luego, me inquietaron muchísimo), es de Inés, que fue primero todo lo contrario de Inés a secas, porque nada ni nadie en el mundo me impedía bañarla en ternura con miles de apodos, aunque durante largo tiempo viví con ella en estado o calidad de inminente desaparición, sí. Por lo demás, altero, cambio, mantengo, los nombres de los personajes. Y también los suprimo del todo. Creo que me entiendo, pero puedo agregar que hay un afán inicial de atenerse a las leyes que convienen a la fición, y pido confianza.


Inicio de la introducción de "La vida exagerada de Martín Romaña". De Alfredo Bryce Echenique.



Nada. Acabo de empezarlo de nuevo. No tengo la más remota idéa de cómo se me ha ocurrido así de repente. Pero sé que será un buen digestivo, a la luna de poniente, columpiándome en mi hamaca roja.

LLevadlo bien, quienes tengáis vacaciones. Y los que no, paciencia.

Abrazos.


11 comentarios:

Azul dijo...

Yo tengo en mis manos un libro hermoso...para leer estas vacaciones!!

Un abrazo fuerte...(un cuaderno azul)

Bikos ;)

Anónimo dijo...

Un libro que empieza de esa manera tan enrevesada es para mi toda una tentación leerlo. Todavía no estoy de vacaciones pero voy a buscarlo y así disfrutare de los dos....

Mil y....aishhh...

M dijo...

Ufff...me dan ganas de leerlo....Aqui las vacaciones llegan en Agosto.

Es de esos que no entiendes nada??

Besos, Misántropo.

Calle Quimera dijo...

La verdad es que si Martín logró salir de ese estado blue, la crisis fue realmente positiva. De todas formas estar en blue tiene su aquel, no creas...

Así que columpiándote en una hamaca roja con un buen libro en la mano... Eso es vivir, di que sí. Carpe diem, que tempus fugit. Un besote, Misántropo.

Octavia dijo...

grande Martin Romaña, legendario maravilloso.. el personaje es exkisito.

Misántropo dijo...

Seguro que sabes pasar el tiempo muy amablemente, Azul.

Bikos voladores.

Misántropo dijo...

No es enrevesada, mi querida cuente historias, lo que pasa es que quiere decir mucho, y mucho dice. Ya que te pones, cómprate los dos; que en cuanto acabas el azul, hechas de menos el rojo, al instante.

Parto ahora mismo.

Mil y...............

Misántropo dijo...

De aquí a agosto te has merendado tú las dos partes de "esta biblia". Y, puesto que no tiene nada de mística, te aseguro que queda todo muy clarito. Demasiado.

En este mismo instante dejo el norte una buena temporada. Dentro de un rato recojo los restos del encierro y, más tarde, paso por tu pueblo...y sigo.

Un abrazo veraniego, preciosa.

Misántropo dijo...

Bueno, quiemera, mi carpe diem se presenta bastante placido: mucha lectura y mucho mecerme a la brisa abrasadora de poniente.

Y un viaje bonito, sí, pero no para ir de fiesta, sino en plan excursionista: niña adolescente y papá; de película.

Estaremos en contacto, algo. Besos.

Misántropo dijo...

¡Pero si es doña Octavia de Cádiz en persona!

Encantado de tu visita. Si eres de Lima, qué te voy yo a contar del chico este, ni de ese humar tan tremendo que os gastáis los peruanos.

Me pillas volando. Nos vemos.

A sus pies.

Anónimo dijo...

Traigo la cabeza un poco a pájaros de vacaciones, y me parece que no estoy preparada para un libro como éste. Esta vez paso; lo siento. Me quedan 4 hojas de "La aventura del tocador de señoras" de E. Mendoza que es un pequeño disparate y que me ha entrado bastante bien para el plan que llevaba.
Hasta otro ratejo y sigue disfrutanto, suertudo, que a tí aún te quedan vacaciones.
Tu/te Okupa.