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En el norte del sur del centro del mundo, no hace frío, ni calor. Se podría decir que se está bien, aunque el clima no es confortable. Dejémoslo, no obstante, como está; por si las moscas.

sábado, 29 de septiembre de 2007

Los buitres no pasan hambre

Se diría que uno ha de estar por fuerza avezado, dado su carácter "viajero", en esas sutiles trampas de la percepción y estados de confusión que produce en casi todos los bodys eso que llaman jet-lag; de hecho suelo sufrirlo a menudo, sin necesidad de moverme de la silla de mi ordenador. Pero cuando ambos se juntan no es difícil llegar a la alucinación, o incluso el delirio.

Son las cinco de la tarde...parece que comienza a oscurecer...me asomo a la ventana, debe haber como veinte pisos...vértigo, cierro...efectivamente, son más de las cinco de la tarde...ya casi es de noche, acabo de despertarme, y no sé dónde estoy.

De repente, un ruido ensordecedor procedente de la calle me empuja de un salto hacia el enorme ventanal. No puedo creer lo que veo: un helicóptero se columpia guasón a lo largo de la cristalera...claro...empiezo a recordar...

A las doce de la noche...¿anterior?...despegaba de Barajas el gigantesco airbús que nos conduciría a Sao Paulo; ya llevábamos a la espalda otro vuelo desde Bilbao y una hora y media de autobús desde Donosti; sueño? cansancio? Para nada; más bien bulla y algarabía (la tripulación nos recuerda amablemente que aparte de una orquesta sinfónica, también viajan personas) y ese excitante hormigueo de quien está a punto de sobrevolar millas y millas de océano; en la noche oscura, metido en una especie de tubo de profidén. Claustrofobia...A mi colega el Olaf, siempre le toca sentarse al lado de la más guapa, una morenaza del trópico, sin duda; se le ve muy ilusionado. En cambio, a mí, me ha tocado una especie de Carliños Brown, experto en percusiones y ritmos afros. Muy hablador y firmemente capaz de acabar con las existencias de cerveza de una travesía trasatlántica. Miedo...

...O sea, que estoy en Sao Paulo. El hotel es monumental; tiene de todo, según explica el hollywoodiense libro de bienvenida. Caja de seguridad, ojo...Recuerdo haber desayunado como un tigre a eso de las ocho de la mañana...¿siguiente?...y haberme metido en el sobre, sin más preámbulos, a olvidarme de todo.

¿Y ahora qué? ...Mañana no curramos, se está haciendo de noche y tú estás, solo en tu habitación granhotel de Sao Paulo. Pues nada, a grandes males, los remedios del abuelo: Orfidal al canto, y a seguir olvidando..................Y, claro; estás en el trópico, chaval. Aunque son las seis y media de la madrugada, luce un sol de la puta madre; y de dormir, ya te vale ¡Vamos a ver los avioncitos!...

...Pero no son avioncitos...éstos que se columpian ahora, macabramente, sobre el cielo de la metrópoli son pájaros de rapiña. Mejor me ducho primero. Pero no, siguen ahí, planeando, como en una pelí de vaqueros. De verdad que jamás lo hubiera imaginado en una gran ciudad.

En fin. Yo me voy a la calle. Pero con cuidado. Me da a mí que aquí, los buitres no pasan hambre.

...O estarán bailando bossa, los avispados...





9 comentarios:

Anónimo dijo...

De Buenos Aires, marcha atrás, a Sao Paulo...bien empezamos...el jelan ,¿ o era jet lang ? te ha trastocado el orden espacial. Recuerda querido saltamontes que el orden de los factores ... por cierto, ayer me dijeron un buen piropo para repartir a esas hermosas mujeres que nos rodean, aquí va: Me gustas más que merengues hacen falta para romper una campana. Manolito

Calle Quimera dijo...

Desde luego, aburrido no estás, Misántropo... Ya tendrás cositas que contar cuando seas abuelo. Tiene que ser alucinante levantarte y aún entre las brumas del sueño encontrarte con los helicópeteros caracoleando delante del ventanal...

Besos, y..bienvenido. Un consejillo: la próxima vez, intenta ocupar el sitio de Olaf. ;-)

Anónimo dijo...

Pues mira aquí una sin saber de jet lag ni na, pero si de buitres que los he visto de muchos pelajes. Tu sal a dar una vuelta y cuidado con la carne poco hecha.

Misántropo dijo...

Para atrás, para delante, y a veces superpuesto. Hay que dar tiempo al tiempo, Manolito, para que los poros se dilaten y dejen aflorar el perfume de la nuez.

De momento, bien lo sabes, me estoy haciendo ya a ese jet-lag eterno de autobús que nos gastamos.

¿Hace otro Rachmaninov?

Te mando unos merengues.

Misántropo dijo...

Jejé, quimera, me has hecho pensar en vosotros como en una especie de nietos adoptivos. Espero no aburriros.

En cuanto al Olaf, es lo que tiene.

Abrazos.

Misántropo dijo...

Tú necesitas de ningún jet-lag para echar a volar tu fantasía, mi querida Scheherazade. Aunque nunca viene mal darle una sacudida a la neurona.

Los buitres de los que hablo venían emplumados y rapaces, con pinta de otear desde muy alto esa carne, más que hecha, ya deshecha. Juro que no lo soñé.

Otra carne, muy distinta (mala), es la que encontré a la vuelta de la esquina, en el horario de entrada de oficinas del centro financiero. Y también juro que no lo soñé, ya que volví a la salida, y la carne seguía intacta. Tendré que hablar, me temo, de eso.

Mientras tanto, sigo soñando contigo. Y en tí.

Mil y un besos.

Princesa dijo...

Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaamo São Paulo!
Vivi alli un par de años, siempre que puedo vuelvo...que belleza de lugar, y como lo extraño por momentos.
Has pasado por todos los sitios donde vivi...Sampa, Buenos Aires...penita que no llegaste hasta aqui, para estrecharte en un abrazo.
Y no te dejaba volver al otro lado del oceano.
Besos cariño :)

Misántropo dijo...

Me faltó el último. Y es una lástima.

Pero no tuve más remedio que dejarme ganar por Buenos Aires ¿viste? Y una de las pocas presencias familiares que sentí por esas calles fue la tuya.

Pero a algunos lugares siempre se vuelve ¿no crees?

Lo que no sabía es lo de Sampa. Eres un pozo de sorpresas...

Sigo enlazado a tí por las letras. Y te abrazo desde acá.

Calle Quimera dijo...

Brsil es un país que siempre me ha dado miedo,no lo puedo evitar. Cuentanos todo ,que este menda no va ni de coña....Salud!!!