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Al norte del sur., Spain
En el norte del sur del centro del mundo, no hace frío, ni calor. Se podría decir que se está bien, aunque el clima no es confortable. Dejémoslo, no obstante, como está; por si las moscas.

sábado, 17 de enero de 2009

Subterráneo

Dado como era a crecerse en las adversidades cotidianas, ni se molestó en acelerar el paso para alcanzar el bus. El último bus de la noche, según informaba el cartelito pegado a la marquesina. Eufórico y excitado, recién llegado, se regodeó en la idea, poco plausible, de que nada mejor para conocer la gran ciudad que empezar por sus entrañas.

- Esta noche va a pasar algo - se dijo, dejándose absorber por esa boca de metro que se abría a su paso, misteriosa y lúgubre, como una atracción de feria - ¡ESTA LÍNEA ESTÁ A PUNTO DE CERRAR, OIGAAAAAAA! - . Y como un niño en la feria, los ojos de par en par, comenzó a sumergirse semiarropado por una tenue luz amarillenta, firmemente amarrado a las cintas transportadoras de una interminable trama de escaleras mecánicas, a derecha e izquierda; presintiendo poco a poco cómo su proverbial euforia iba a ir perdiendo fuelle, según él iba ganando en profundidad, y en años. Lo cierto es que por allí no se veía un alma y él comenzó a sentirse como la última presa de una descomunal serpiente que tardara demasiado en deglutirlo.

- Parece que el Purgatorio se encuentra desierto a estas horas - , sonrió para sus adentros con la ingenua pretensión de distraer un alarmante arrebato de inquietud que venía, sin duda, orquestado por ese ensordecedor zumbido, que no parecía ser otra cosa que el eléctrico tamiz del más absoluto silencio. - Después de todo (siguió, cada vez más alterado) parece que el Purgatorio tiene alma; respira - . Sí, y transpira; a juzgar por los chorritones grasientos que entristecen el obsesivo alicatado minimalista de los muros, que alguna vez fueron blancos.

- Pero no hay pasadizo que cien años dure -, se resistía a perder los nervios. Y sin duda tras estos últimos peldaños se abre un suelo firme que conduce a una atmósfera más limpia, a una luz más clara; a otro lugar de encuentro en este inmundo hormiguero. A una estación. Pues claro. Tras unos minutos - que le parecieron años - de alucinado descenso, pudo pisar ese suelo que le condujo al andén. También deshabitado.

No dejó de agradecer, sin embargo, una súbita expansión de sus pulmones, algo pegajosos ya; como si se encontrara de repente ante un refrescante paisaje montañoso. De hecho, ni siquiera pudo resistirse al impulso de lanzar un berrido, de naturaleza abominable, que hubo de conformarse con una suerte de eco, repetitivo y siniestro. Fue entonces cuando se vio, ya desquiciado, convertido en lo que era; el hombre de las cavernas. Un especimen rupestre transportado a través de los siglos que, tal vez, pudiera seguir distrayéndose en decorar las piedras con recreaciones, asombrosamente realistas, de chicas semidesnudas y niños sospechosamente alegres, junto a sus padres. Y bolsos, y botellas de colonia. Y reclamos de un concepto extraño, llamado euro.

En eso parecía andar, repasando fotos con la yema del índice ensalivada, como si pintara, cuando se le apareció de pronto un tren, sin hacer el más mínimo ruído, en el andén opuesto al suyo. Un tren rebosante de agua, como una enorme pecera llena de mamíferos hinchados y ahogados. Agua que fue derramada en la estación al abrir sus compuertas, y adiós muy buenas, para seguir, sin ruído, su camino.

Agua que dejó el patio lleno de cadáveres. Pero que trajo consigo un curioso animalillo vivo, superviviente, nunca visto por él pero sí adivinado. Una sirena.

Una auténtica sirena suburbana. Que emergiendo el torso de entre el macabro envío y mirándole a los ojos, aterrada, le suplicó en un ilegible idioma, que él, al fin, comprendió:

- ¡¿Dónde estamos?!......... -



5 comentarios:

Churra dijo...

Que buena historia para leer un lunes ...
Un abrazo

Anónimo dijo...

Creo que se te presenta una nueva forma de vida...adelante, tú empiezas ;)

Y hoy no son mil...es uno.

Elendaewen dijo...

Doy a gracias a que (aún) no tenemos metro por acá.
Saludos.

Anónimo dijo...

¿Trátase de una versión sublimada del último post del año 2008?
Oye nen, mucho purgatorio y mucho metro pero poco fundamento y menos mezclas. Quina vergonya. Y el requinto, ¿es en mi bemol? Un abraç por ser tú.

Anónimo dijo...

Pues si me guio por la descripción podría ser Diego de León o bien Cuatro Caminos y su laaaargos tramos de escaleras.

Qué quieres que te diga, animales mitológicos y bestias de abismo se encuentran a puñaos de entre la fauna urbanita a determinadas horas (no siempre de noche y si a primera hora de la mañana, véase hora punta).

Besos descabezado!!!