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En el norte del sur del centro del mundo, no hace frío, ni calor. Se podría decir que se está bien, aunque el clima no es confortable. Dejémoslo, no obstante, como está; por si las moscas.

martes, 20 de febrero de 2007

Música para monos.

A menudo ocurre que alguien me hace pensar en esta música. Me la recuerda, o motiva que yo la recuerde.

Hoy has sido tú. Sin segundas ¿eh?, que por muy mona que te pongas, sigues siendo una mariposa.

Lo del título viene rodado (nunca mejor dicho). Ya que a su vez, esta música me lleva a otra, muy similar. A los monos les gustaba mucho. Al menos, a Robert Redford le venía de perillas para atraerlos, y ganar su confianza. Y de paso, atraer a una auténtica monada, a la que tuvo ocasión de despiojar a fondo, bajo el sol de la sabana; en una de las más gloriosas y bellas escenas del cine reciente.

Claro está: Memorias de África. Y ella, Meryl Streep ¡Anda que no! mira, mira:









Dejémos algo de espacio................











Bueno, ya vale.
Como decía, esta música es muy, muy similar. La de los monos era el segundo movimiento del concierto para clarinete de Mozart. Ésta es también de Mozart, y también anda un clarinete por ahí, dando la vara. Las dos son del mismo año, el último. Y me da a mí que ésta, les habría encatado, incluso más, a los monos. Los monos son muy melómanos y, para mí, que este primer movimiento tiene algo de selvático. Es un poco el mismo ambiente, pero tiene otra textura. La selva, por supuesto, la llevaba Mozart en su cabeza; pero era, sin duda, una selva muy humana.

Espero que os guste. Sobre todo si la escucháis viendo la foto.

13 comentarios:

libertad dijo...

Me encantó...no sé si a eso contribuyó que me gusta esta pieza o que me emociona la película, o las dos cosas, pero me encantó.
Una delicia parar por aquí.

Tempus fugit dijo...

Mozart... me gustan todas las recias mozarts.
Bromas aparte, y por hacer gala del "gamberro"... CONFUTATIS.
Comparto los gustos musicales, pero..."Memorias de África"... ¡coño, qué palo!

un abrazo¡¡

M dijo...

Misantropo...un gusto auditivo incuestionable, y educado....

Tienes razón, Memorias de AfricA suenA A Mozart....¡¡


Un beso,
Ofelia

Misántropo dijo...

Bueno, fue un juego que me vino "rodado". A mí, la verdad, nunca se me habría ocurrido ponerles Mozart a los monos. Libertad, una presencia vital para mi cueva. Sé bienvenida.

Misántropo dijo...

Voca me cum benedictus...gamberro.

Pues siento el palo, es lo que tiene el cine, pero a mí esa escena me sigue fascinando. En cualquier caso, me conformo con que te guste Mozart.

Abrazos.

Misántropo dijo...

Bueno, mi admirada Ofelia; digamos que más educado que incuestionable.

Que la peli suena a Mozart es un hecho. Pero que ese movimiento suena selvático es cuanto menos, cuestionable; o, más exactamente, tirando a subjetivo.

Lo cual me encanta. Al igual que página.

Un beso.

Misántropo dijo...

tú. Antes de página, tú.

sorry.

Calle Quimera dijo...

Esta pieza de Mozart no la conocía, y quizás sea reminiscencia evolutiva, algo que me retrotrae al eslabón perdido que nos une con los simios, pero me ha encantado. ;-) Y aquella escena de la película también. Pero me da la impresión de que era más bien por Robert Redford que por cualquiero otra causa..

Un abrazo.

Arca dijo...

Diría que es toda una monada
pero suena sacrílego

Besos musicales

Misántropo dijo...

A mí lo que me atrae de verdad, quimera, es la escena en sí. Lo demás son otras gaitas.

¿Me ha parecido oler un valenciano por ahí?

Dos abrazos, hala-

Misántropo dijo...

Si lo dices por Mozart, Arca, no te cortes. Parece ser, dicen, que en el trato era bastante mandril el muy...............

Besos de mono.

Calle Quimera dijo...

No, si yo te entiendo..Lo demás son otras gaitas, pero todas suenan..je..

Efectivamente, tu olfato no te engañaba.. ¿Oliste a azahares, a pólvora de Fallas y de Cremá? Sí, hay un valenciano por ahí. Saludos a dúo.

Anónimo dijo...

¿Mozart, una selva? Te quedas corto, selva con terremoto incluído. No dejó una selva... virgen. Sí, esas selvas que nos apasionan y nos aprisionan convirtiéndonos en muñecos de feria.